CCTV es el acrónimo para Circuito Cerrado de Televisión (o Closed Circuit Television). La expresión “Circuito Cerrado” quiere decir que se trata de una instalación de componentes directamente conectados, que crean un circuito de imágenes que no puede ser visto por otra persona fuera de él.
Los CCTV se personalizan para adaptarse a la naturaleza y las necesidades de seguridad de cada cliente. El sistema CCTV ideal debería proporcionar imágenes de buena calidad de día y también de noche, además debería ser fácil de usar y ser flexible, para grabar las imágenes que sirvan como pruebas de forma útil y ayudar a analizar los incidentes. Si las imágenes no tienen calidad, entonces de poco servirá.
¿Cómo funciona un sistema de cámaras CCTV?
Hay muchos sistemas diferentes de cámaras CCTV disponibles, analógicos y digitales, con y sin cable, y sus formas de operar varían. Sin embargo, los componentes básicos son básicamente los mismos: cámaras CCTV, una lente CCTV, un monitor CCTV y (para los sistemas con cableado) los cables que llevan la señal de un sitio a otro.
Las imágenes recibidas son enviadas a un monitor CCTV y grabadas. Dependiendo de la lente, la cámara podrá tener un rango u otro de visión. La cámara coge la señal del área que está siendo monitorizada, y en los sistemas con cable, la cámara CCTV envía la señal a través de un cable coaxial al monitor CCTV. En los sistemas inalámbricos la cámara emite la señal sin necesitar cables. Los monitores pueden ser observados por personal cualificado o no ser supervisados a tiempo real por nadie.
Ahora conoce 6 razones por las cuales deberías integrar CCTV:
1.- Aumentas la tranquilidad de tus clientes y empleados. Al contar con un CCTV, la sensación de seguridad dentro de espacio en el que se haya establecido se incrementa. ¿Por qué? Saber que alguien más observa o supervisa lo que sucede genera una sensación de confianza ante lo que pueda pasar.
2.- Disminuyes el riesgo de sufrir un robo. Los ladrones apuntan deliberadamente a empresas con escasa seguridad, y se pensarán dos veces si hay un riesgo de que puedan ser vistos por una cámara. De hecho, un sistema de CCTV es un factor muy importante y determinante que puede reducir considerablemente las pérdidas en una empresa.
3.- Registro de incidentes. Con un sistema de CCTV, se crea una base de vídeos sobre cada situación que ocurra dentro del lugar. Con esto hay una mayor probabilidad de detección de posibles infractores.
4.- Control desde cualquier punto. Otro de los beneficios es poder supervisar lo que pasa en el lugar mientras no se está allí. Esto puede hacerse posible, inclusive desde diversas apps en el móvil, sin importar la ubicación geográfica.
5.- Mejorar la calidad del servicio. Puedes mejorar considerablemente tus servicios, pues a través de las cámaras de seguridad observas el comportamiento de tus consumidores, así como las acciones de tu personal.
6.- Analítica de Video. Actualmente se ofrecen cámaras y soluciones con analítica de video con inteligencia artificial que pueden permitirnos no solo la vigilancia y el control, si no poder sacar provecho de la información recopilada a través del video, como conteo de personas, flujo o recorrido de personas por una determinada zona, entre otras múltiples opciones de análisis.
Para que un sistema de video vigilancia sea eficaz debe estar hecho a medida, teniendo en cuenta el entorno en el que será utilizado, el tipo de negocio y tamaño del lugar. Así como se ha de precisar si será necesario, por un lado, registrar cada detalle o si habrá que usar la tecnología de infrarrojos para la noche.
Desde CMM, podemos asesorarte sobre el diseño del sistema de video vigilancia que más le convenga a tu empresa.